![]() |
![]() Búsqueda personalizada
|
|
|
Buscar noticias
Últimas noticias
Hemeroteca
|
Noticia
Javier Aramendía educa a su pierna: “Tengo que aprender a pedalear”Francisco Javier Aramendía (1986, Caja Rural-Seguros RGA) ve la luz al final de un túnel demasiado largo. Durante dos años, al menos, ha arrastrado su pierna izquierda. Al navarro no le ha faltado un dorsal pero no se ha sentido ciclista. Especialmente duro ha sido el 2015 pues terminó sobre el sillín, aunque sin solucionar su dolencia. Pese a subir su puerto más duro, no ceja en su empeño y ahora aprende a pedalear de nuevo. El pasado 24 de diciembre, “el día de Nochebuena”, a Aramendía los médicos le diagnosticaron una endofibrosis de la artería iliaca externa y fue operado en febrero. Una cirugía seria pues le abrieron por el abdomen para corregir la falta de riego sanguíneo de su pierna y por tanto su falta de fuerza. “Sabíamos que eran tres meses de baja y que la temporada empezaría en junio-julio -debutó a finales de mayo, ocho meses después de su última carrera-. Se trataba de esperar y esperar. Sin embargo, lo peor vino después: no dar con un diagnóstico claro y una pauta de trabajo a seguir. La pierna seguía sin funcionar”, recuerda a BiciCiclismo. Y teme que el problema venga de lejos. Tanto que le tenemos que llamar tras la entrevista para aclarar algunos fragmentos de su vía crucis. En 2007, sufrió un accidente grave contra un tractor, antes de vestir el maillot naranja del Euskaltel-Euskadi. Comenzaron los dolores, los diagnósticos falsos, visitas a especialistas de todo tipo, exploró su rodilla, la espalda... En la Vuelta a Andalucía 2014 no pudo soportar más el suplicio. “No quiero ser ciclista”, gritó. En marzo, pasó por el quirófano por primera vez para dilatar la arteria. “Pensaba que estaba todo solucionado y era optimista. De hecho, mejoré deportivamente” -completó la temporada y disputó la Vuelta a España-. Fue un espejismo. En realidad, no paró de sufrir. “Me bajaba de la bici cojo, entonces me di cuenta de que era algo más serio”. El calvario estaba lejos de acabarse. La tortura continuó esta temporada, incluso después de ser operado. “A finales de julio no podía más”. De nuevo pasó más pruebas para descubrir la razón de su sufrimiento. Afortunadamente en agosto llegó la mejor noticia: la arteria estaba bien, pero algo fallaba. “Tenía los mismos dolores que antes de la operación. En agosto tenía toda la musculatura abductora contracturada al límite”, recapitula. “A mitad del año lo vi crudo, por la incertidumbre de la lesión. Sí que pensé que no podía ser ciclista y que la lesión podía ser crónica y que no tenía solución”. “Como ir al taller” Terminó la temporada, con solo 22 días de competición. Y siguieron los estudios de su pierna para saber el porqué de su falta de potencia. La niebla empezó a disiparse. Las dos piernas trabajaban igual, por fin, después de que en la Vuelta a Andalucía 2014 arrastrara la pierna izquierda, 28% de fuerza frente al 72% de la derecha. La luz llegaba cuando dieron con la raíz del problema. “Después de tanto tiempo lesionado, los músculos no trabajaban adecuadamente y, por otro lado, la operación para reparar la arteria se puede decir que tuvo daños colaterales; es como ir al taller, te arreglan una cosa y te dejan a medias otras”, bromea. “A raíz de la lesión he pedido mucha musculatura y fuerza en el cuádriceps –explica-. Arrastraba la pierna y lo que tengo que hacer es empujar, y en ello estoy ahora. Tengo que hacer unos ejercicios específicos, para fortalecer el cuádriceps, los gemelos y el glúteo, y evitar vicios que he cogido, he corregido mi posición en la bicicleta, cosas que se pueden solucionar. Nada que ver con el problema de la arteria que ya está olvidado. Puede sonar a chiste pero tengo que aprender a pedalear”. Por eso, sale con su mountain bike en zapatillas, nada de pedales automáticos. El de Funes es de los que ve el vaso medio lleno y se queda con la cara A de su padecimiento. “He pasado momentos malos, aunque no ha sido algo dramático. He aprendido que hay más cosas en la vida más allá de la bicicleta. Quiero ser ciclista, sí, pero a veces el ciclista vive en su burbuja, solo piensa en sus problemas. Hay vida detrás de las vallas, como dice un mecánico del equipo. Me he dado cuenta de que sea lo que sea en la vida, ciclista o no, tengo buenos amigos y una familia que me quiere y que siempre va a estar ahí”, destaca. Su prioridad en 2016 la tiene clara. “Quiero preocuparme solo a nivel deportivo, centrarme en la preparación y dar pedales, olvidarme de médicos y hospitales. Ser ciclista”. Tampoco le faltan ambiciones. Pese a mi edad, me gustaría dar un paso y tengo la ilusión de dar un salto de calidad, pienso que lo puedo hacer porque ahora se puede decir que he estado con el freno de mano echado”, asegura. Así que volverá a ser el único corredor navarro del Caja Rural-RGA en 2016. “El equipo está en la mejor edad, con corredores jóvenes que progresan y maduran, y llegan los resultados, ha sido mejor temporada de la historia. La gestión ha sabido valorarlo y ha dado un voto de confianza a todos. Ojalá el próximo año pueda ser mejor y que en el futuro crezca con pasos firmes. Se han portado conmigo de maravilla y siempre les estaré agradecido”, asevera. Unai Iraragorri, @UnaiIraragorri Las puertas del Giro se cierran para el Caja Rural-RGA Barbero, a fondo: “Mi temperamento es virtud y defecto” Eduard Prades vive y entrena en Stuttgart: “Me gusta la filosofía alemana” Benito (Caja Rural-RGA) quiere dar “el gran paso” en la Vuelta 2016
Otros titulares en: Profesionales
Tus equipos preferidos
|
Cycling Total comunicación y servicios S.L. C/ Estartetxe, 5 Oficina 309 · 48940 Leioa (Vizcaya) Teléfono: +34 94 480 67 47 · Fax: +34 94 480 67 48 · info@biciciclismo.com |
Publicidad |
Aviso Legal Política privacidad Política de cookies |
Desarrollado por GURENET: diseño web Bilbao |