Santambrogio: “Me he convertido en un apestado”

Mauro Santambrogio encendió las alarmas el jueves en Twitter, con dos palabras, “Adiós mundo”, “no lo aguanto más”, añadió. El mundo del ciclismo, parte al menos, pensó lo peor. Era su primer mensaje desde el 3 de junio. La red se inundó de mensajes de apoyo al italiano, controlado positivo por EPO en el pasado Giro de Italia, para que no hiciera ninguna locura.

Y por fin reaccionó el viernes por la mañana: “No he pegado ojo, reflexioné sobre todo, casi hago una mierda más grande que yo y creo que no habría resuelto nada en absoluto. Pero sólo he traído tanto sufrimiento a los que me rodean y me aman. Muchas gracias a todos por ayudarme a reflexionar y salvarme. Gracias a todos vosotros estoy aquí escribiendo este mensaje. Gracias de corazón”.

Santambrogio dio positivo por EPO en la primera etapa del Giro de Italia, en un control el 4 de mayo, después de la primera etapa en Nápoles que se conoció una vez concluida la carrera. El ciclista del Vini Fantini había ganado una etapa y terminó noveno.

Más calmado, La Gazzetta dello Sport recogió sus primeras impresiones: “He pasado un momento realmente malo, la red me ha sido útil, los mensajes que recibí me hicieron darme cuenta que no estoy solo. Solo tal vez no pueda lograr salir de este túnel, pero con la ayuda de los que me aman, sí. Gracias de nuevo por hacérmelo ver”.
 
“Toqué fondo. Y sí, he pensado lo peor. Pero ahora me siento mejor. El afecto que he sentido en la red me salvó”, confiesa en un encuentro con La Gazzetta en Inverigo (Como), y refleja cómo se ha sentido en los últimos meses. El relato es duro. “He sido condenado como deportista y también como hombre, y es la segunda cosa lo que me hizo sentir mal. Me dolió profundamente. Yo no soy un criminal. Y luego pasé en un instante de riqueza a la pobreza. No es que el Giro me había convertido en un campeón, pero dentro de mí sí un poco, me sentí como un pequeño dios. Lo perdí todo, me convertí en un apestado. No tengo ningún derecho. Mi mundo es el ciclismo y mantenerme alejado duele. El domingo quería Lombardía, mi carrera favorita, la de casa. Pero no lo hice. Lo apagué y me fui a la cama”.

Santambrogio recuerda que no ha dejado de salir en bicicleta. “Pero no es lo mismo. Este verano fui a Cerdeña, a liberarme. Y he oído un ciclista aficionado que me dijo ‘dopado Santambrogio, arruinaste el ciclismo’. Así que empecé a imaginar lo que la gente podría decir de mí. Algo difícil de soportar”. Mientras tanto, sigue a la espera de la comunicación oficial de la UCI sobre el resultado de la muestra B.

Las noches para él han sido difíciles, incluso “varias veces”, ha trabajado invitado por un amigo de panadero. “Pero si te digo la verdad, todavía me imagino corredor. Es el trabajo que siempre he soñado hacer y los sacrificios nunca me han pesado. Si tenía cinco horas de entrenamiento, era un minuto más, nunca uno menos. Estos meses me han hecho darme cuenta de lo quiénes son las personas con la que realmente puedo contar y los puedo contar con los dedos. Pero el amor que sentí en la red después de lo que escribí fue bueno para mí. Yo no puedo hacerlo solo, le pedí ayuda a un psicólogo que voy a ver esta noche (ayer). Quiero hacerlo. Tengo que hacerlo”, concluye.

Sus equipos han sido: LPR (2004-2005), Lampre (2006), Tenax (2007), Lampre (2007-2009), BMC Racing Yeam (2010-2012) y Vini Fantini-Selle Italia (2013).