Rubiera defiende a Armstrong: “Nunca le vi doparse”; y a Ferrari: “Era y es el mejor preparador”

José Luis Rubiera defiende a Lance Armstrong y el médico Michele Ferrari, en una entrevista en el Diario de Mallorca. El ex profesional asturiano (1998-2010) asegura que “nunca” vio doparse a Lance Armstrong y defiende que el tejano, señalado y acusado por la USADA de dopaje sistemático, fue “el mejor” de aquella época en la que ganó siete Tour de Francia consecutivos y pide “valorar la calidad deportiva” de su ex líder. Sobre el galeno italiano destaca que “era y es el mejor preparador físico. No tengo por qué ocultar que trabajé con todo un científico del deporte”, afirma.

El asturiano critica a los que han confesado porque “si tan arrepentidos están y quieren salvar el ciclismo, deberían donar el dinero que ganaron a la cantera”, y también subraya el daño que hacen hacer al ciclismo las investigaciones, "interesadas", de la USADA.

Rubiera fue gregario de Lance Armstrong en US Postal entre 2001 y 2005, y volvió a coincidir con él en 2009 y 2010, en Astana y RadioShack, antes de su retirada.

Sobre las acusaciones de la USADA de dopaje organizado de Armstrong y el US Postal, Rubiera no duda de la calidad y los triunfos de su ex líder. “Estoy muy tranquilo. Fueron para mí años muy felices. Para todos los que competimos en aquella época, o, por lo menos, para la inmensa mayoría, Armstrong fue el mejor. Hubo grandes corredores que estaban cerca de él como Ullrrich, Basso o Zülle, pero fue indudablemente el mejor y lo demostró ganando el Tour durante siete años. Nunca le vi doparse. Las reglas van evolucionando y hay que medir cada época según su contexto. Creo que se debería mirar hacia el futuro y valorar la calidad deportiva de una persona como Armstrong”, explica en el diario mallorquín.

El ex ciclista profesional defiende el papel de los galenos en los equipos. “Los médicos se encargan de velar por la salud del ciclista”; destaca. Y elogia a Michele Ferrari, en el centro de las grandes investigaciones por dopaje, tanto en Estados Unidos como en Italia. “Era y es el mejor preparador físico. Entrenar con él tenía un precio. Trabajé con él dos años, aprendí mucho de preparación y de alimentación, pero decidí dejarlo porque me parecía muy caro. No tengo por qué ocultar que trabajé con todo un científico del deporte”.

Igualmente, tiene un mensaje crítico contra los que han confesado su dopaje y el de otros. “Les mueven sus intereses personales. Ellos reconocen que hicieron algo y, colaborando, consiguen que les reduzcan la condena. Pretenden pagar con seis meses de suspensión lo que otros han tenido que pagar con dos años. Si tan arrepentidos están y quieren salvar el ciclismo, deberían donar el dinero que ganaron a la cantera. Eso sí que sería un buen gesto”.

Rubiera estima que la investigación de la USADA tiene intereses. “El daño que se está haciendo viene a justificar el negocio de una gente que se dedica a luchar contra el dopaje y, lejos de invertir recursos en el presente y en hacer una competición más limpia en las categorías inferiores, viene a remover el pasado. Lo único que hacen es perjudicar la imagen de este deporte. Tendrían que ser conscientes del daño que están causando en las generaciones más jóvenes, que se alejan del ciclismo por la percepción que tienen de él”. 

Advierte que "el ciclismo profesional en sí no es nada sano. Que no me vengan a decir (la UCI) que ellos son los que se preocupan por nuestra salud cuando correr con 45 grados en el Tourmalet, después de 220 kilómetros el día anterior y otros 200 al día siguiente, no es muy sano", subraya.

En cualquier caso considera que el dopaje "por suerte es cosa del pasado, la gente que lo hacía ya lo está pagando y ojalá que no se repita", concluye en el Diario de Mallorca.