Landa: “Ser segundo detrás de Porte hace que sea menos amargo”

Mikel Landa se ha vuelto a lucir, esta vez en el Giro del Trentino, aunque el escalador vasco no ha podido superar a Richie Porte (Sky), vencedor de la segunda etapa con final en alto. El corredor del Astana, que ganó una etapa de la Vuelta al País Vasco hace diez días, confirma que “las sensaciones muy buenas” y que afrontará el Giro de Italia “con mucha ilusión”.

Landa estuvo enfermo a finales de 2014, un virus le amargó el invierno, tanto que no debutó hasta la Volta a Catalunya a finales de marzo. Y una semana después logró una gran victoria en la Vuelta al País Vasco. Su segundo puesto en el Trentino, en la etapa reina, confirma su dulce momento. “Ganar es difícil, pero si haces segundo y detrás de un corredor como Porte pues sabe un poco menos amargo. Siempre soy exigente y siempre quiero más, pero sí que estoy contento”, destaca después del masaje.

Solo Porte, número uno del WorldTour tras ganar la París-Niza y la Volta, ha podido con él en la subida final a Castione (2ª), previo paso por Sant’Udalrico (2ª) y Santa Barbara Pass-Monte Velo, Fuera de Categoría. “El Sky se ha puesto a tope en la penúltima subida y nos hemos quedado 20-30 corredores. En la última, nadie se ha atrevido a jugar de lejos y a falta de 2-3 km ha arrancado Porte. Yo he esperado un poco a ver si arrancaba algún corredor del AG2R como Pozzovivo, Bardet o Péraud. No han salido, he salido yo tarde y ese hueco que ya había abierto ha sido irrecuperable”, relata. La tercera etapa acaba otra vez en alto. “Es una etapa también dura, más que hoy, creo. Intentaremos dar batalla y pelear por la etapa de nuevo”, afirma.

El cambio de racha es evidente, de tener que reposar por un citomegalovirus en diciembre y no ver la luz a alzar los brazos en Aia, en País Vasco, y a luchar con todo un Porte en Italia. “Llegué hasta a descartar el Giro. ‘Me lo voy a tomar con calma, no sé cuándo volveré’, le dije a un amigo. Y pensaba en el Dauphiné. Así es el cuerpo. En dos semanas me empecé a encontrar bien, decidí correr en Catalunya, después gané en País Vasco y las sensaciones son muy buenas la verdad. Afronto el Giro con mucha ilusión”, asevera.

La carrera rosa es su gran objetivo de la primera parte de la temporada. “Quedarán dos semanas que dedicaré sobre todo a hacer algún puerto largo, que no he tenido tiempo de trabajar todavía, descansar y coger fuerzas para afrontar el Giro. Entrenaré en casa, sí que moveré a la zona Ezcaray (La Rioja) o Ramales de la Vitoria (Cantabria)”, explica. El de Murguía confía en tener a su lado a su líder Fabio Aru, baja a última hora en Trentino por un virus estomacal: “No sé mucho de él. Sí que sé que está fastidiado. Está teniendo un virus feo. Esperemos que no sea más y se recupere pronto y pueda estar en el Giro con nosotros”, confía.

Asimismo, espera que el Astana pueda mantener la licencia WorldTour. “Está claro que los corredores no tenemos culpa de nada, salvo el fallo que tuvieron dos ciclistas individuales y que estamos pagando el resto. Ahora parece que se alarga más el proceso. Lo único que queremos es que se acabe esta historia y que se hable de lo deportivo”, concluía.

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