La nueva vida de Héctor Manuel Castaño

Héctor Manuel Castaño Betancur tiene apenas 45 años de edad pero ya han pasado ocho años desde su retiro. Se fue del ciclismo en 2002, vistiendo los colores del equipo venezolano Alcaldía de Cabimas, siendo subcampeón del Clásico Banfoandes y de la Vuelta a Guadalupe.

Hoy día es un prestigioso entrenador de ciclismo en el Orgullo Paisa, un líder de su corregimiento: San Antonio de Prado, y un empresario de la importación en plena emergencia. Y es que para Héctor Manuel dejar la bicicleta no es una opción, pero no por ello cierra sus ojos y oídos a otras posibilidades.

Castaño es primo hermano del joven y prometedor político Gabriel Jaime Rico, también oriundo de San Antonio de Prado, localidad ubicada a 15 kilómetros de Medellín. Rico será candidato a la Alcaldía de la capital antioqueña, y de ganar las elecciones, montaría un equipo profesional de ciclismo, con licencia UCI Continental, el cual estaría dirigido, como no, por Héctor Manuel Castaño.

Por lo tanto, el ex ciclista del Kelme en las temporadas 95-96 trabaja sin descanso para ayudarle a su familiar a captar la mayoría de votos posibles. “No lo hago por ser director de un equipo profesional, lo hago porque Rico es un gran candidato, con muy buenas propuestas para la ciudad, para la gente”, aclara Castaño, reconocido líder de su comunidad.

Héctor Manuel compartió en el Kelme con Laudelino Cubino, Roberto Heras, Francisco Cabello y “Chepe” González, entre otros ciclistas. Se Acuerda muy bien del entrenador Álvaro Pino, de quien dice: “Es la persona que más ha influido en mi carrera como entrenador. De él aprendí todo lo que sé, por eso me siento eternamente agradecido. Pino era un entrenador férreo, activo y agresivo en las carreras, igual que yo”, expresa el antioqueño, quien dirige la categoría Sub 23 en el Orgullo Paisa, y quien actualmente se desempeña como entrenador del Orgullo en la Vuelta a Higuito, Costa Rica.

Una de las anécdotas que más recuerda Castaño de su paso por Europa es cuando participó del Tour de Francia del 95, el cual ganó el gran Miguel Indurain: “Recuerdo que yo no sabía cómo decir que tenía hambre. Me llevaba la mano a la boca y le hacía gestos a los meseros, pero no me entendían. Los españoles eran los que me ayudaban. Ellos siempre me colaboraron en todo”, señala.

Casado con María Cristina Rivera y padre de Evelyn Castaño, Héctor sigue siendo tan alegre y dicharachero como siempre. Es un agradecido de tiempo completo y le echa la culpa de estar en la política a Jesús Piedrahita, el gerente deportivo del Orgullo Paisa. “Yo odiaba la política hasta que Jesús me empezó a invitar a reuniones, entonces me fue picando el bichito”, dice.

Castaño empezó su carrera a los 16 años de edad en el Club Gallístico Villa Julia, de Guayabal, Medellín. Empezó con una bicicleta que pesaba 20 kilos que su padre había comprado en la isla de San Andrés.

Luego pasó al Orgullo Paisa, equipo con el que estuvo en dos etapas (93-94 y 97-98). También hizo parte del Orbitel, del Postobón y del Pinturas Philar. Fue subcampeón de la Vuelta de la Juventud de 1986; campeón de la Clásica de Antioquia de 1994, de la Clásica Súper de 1985, de la Clásica Feria de las Flores de 1992; subcampeón de la Vuelta a Costa Rica; tercero, cuarto y quinto de la Vuelta a Colombia y cuarto y quinto del Clásico RCN.

El sueño de Héctor Manuel es mejorar los escenarios deportivos de San Antonio de Prado, corregimiento habitado por 120 mil personas y con infinidad de problemas de violencia, salud y vivienda.

Ese es el nuevo Héctor Manuel Castaño, un hombre todavía joven y fiel a la bicicleta, pero con aspiraciones inmensas en el mundo de la política.

Fuente: Centro de Información y Prensa Acord Antioquia