Kwiatkowski da otro paso “muy grande”

Michal Kwiatkowski ha vuelto a certificar su extraordinaria calidad con un inteligente triunfo en la Amstel Gold Race, después de ser quinto el año pasado y cuarto en 2013, por delante de Alejandro Valverde (Movistar Team) y Michael Matthews (Orica-GreenEdge). El polaco, además, lo ha hecho vestido con el maillot arcoíris de campeón del mundo.

Kwiatkowski acertó al no seguir a Gilbert y Matthews en la subida final al Cauberg, empalmó en el descenso, y se lanzó a por la victoria en la recta de meta para alzarse con la victoria. “Este fue un gran día para mí, el trabajo duro valió la pena. En el sprint pude sentarme a rueda y respirar un poco, era importante para recuperarse de los esfuerzos en el Cauberg. Pude recuperar un poco de energía para ir a tope en el sprint del selecto grupo y ganar la Amstel Gold Race. Es una increíble carrera, con un recorrido difícil de principio a fin y tantos aficionados del ciclismo en cada subida. Es muy especial conseguir esta victoria en la primera carrera de las clásicas de las Ardenas”, destacó.

El polaco del Etixx-Quick Step tenía una doble satisfacción. “Por supuesto, ganar la Amstel Gold Race con el maillot arcoíris significa mucho que a mí y al equipo, y es otro ejemplo de lo fuerte que somos como colectivo. Me he preparado muy bien para esta carrera, y no puedo describir mis emociones por ganar aquí, que era mi objetivo. Es muy grande para mí en este momento de mi carrera. Seguro, lo voy a celebrar con mis compañeros de equipo esta noche. Ellos fueron la clave para ayudarme a conseguir esta victoria. Después, miramos al resto de las clásicas de las Ardenas con gran moral”, aseveró. El año pasado, ya fue tercero en la Flecha Valona y en la Lieja.

No pasó por alto el trabajo de sus compañeros de equipo ya que siempre estuvo arropado y en cabeza de carrera. “Estoy muy agradecido a mis compañeros que estuvieron increíbles. Yo estuve siempre entre los 20 o 25 primeros. Pude correr relajado todo el día. Tuvimos a Tony en una fuga importante y eso fue crucial para mí. Por supuesto que también sufría en una carrera con tantas subidas. En la penúltima subida al Cauberg le dije a Gianni Meersman 'sabes, no me estoy sintiendo muy bien’. Pero él me dijo de inmediato que todo el mundo está sufriendo con 34 subidas. Eso me dio mucha motivación antes del última paso por el Cauberg. Estoy muy agradecido porque creyeron en mí hasta el último momento”, afirmó. “En el ciclismo nunca se sabe qué esperar de quienes te rodean. Puedes mirar a tu alrededor y sentir que nadie está sufriendo, pero no sabes la verdadera situación hasta el último ataque importante”, añadió.

Esta vez sí puso la guinda, después de los segundos puestos de Terpstra en el Tour de Flandes y de Stybar en la París-Roubaix. “Etixx -Quick-Step tuvo una muy buena primera parte de la temporada hasta hoy. Tuvimos un poco de mala suerte con corredores como Tom Boonen que se lesionó antes de las Clásicas de los adoquines. Pero intentamos ir a por la victoria ya que teníamos muchas otras cartas por jugar. En el ciclismo si no vas a por ello, nunca vas a conseguir la victoria. Todo el equipo estaba contento con el podio en el Tour de Flandes y la París-Roubaix porque hicimos todo lo posible en esas carreras. Hoy hemos hecho el mismo tipo de esfuerzo y ahora estoy en lo más alto del podio. Conseguimos el éxito por el que trabajamos tan duro”, concluyó.

Kwiatkowski debutó en San Luis –fue segundo en la contrarreloj-, acabó segundo Algarve y París-Niza –ganó el prólogo-, cuarto en la Dwars door Vlaanderen y octavo en País Vasco. Tras las Ardenas, se tomará un descanso para preparar el Tour de Francia.

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