Jakub Mareczko, la nueva promesa de las llegadas

Apenas alcanza los 1,70 metros de estatura pero en sus fornidas piernas atesora una velocidad descomunal, una potencia que le llevó en apenas dos campañas en convertirse en la referencia del sprint en la disputada categoría dilettanti. Jakub Mareczko (Jaroslaw, Polonia, 1994) partió muy pronto junto a su familia a Italia; a orillas del Lago di Garda encontraron un futuro mejor. El joven “Kuba” conoció el ciclismo y de la mano de la pista -fue bronce en el europeo junior de 2012 en scratch- ascendió al GSC Viris Masserati. 

Dos campañas le bastaron en la formación lombarda para hacerse con la batuta del sprint pese a compartir, en la primera campaña equipo con Niccolo Bonifazio. El primer año en la categoría se saldó con tres triunfos y cuatro segundos puestos, excelente cosecha para un novato. Fue su segunda y última temporada la que valió su repentino salto a profesionales. Indudable salto de calidad en cuanto a número y forma de los triunfos. La mayor parte de ellos bajo un mismo denominador: manifiesta superioridad.

Y es que en las trece victorias con las que saldó 2014 estuvieran marcadas por la facilidad con las que vencía. Nicolas Marini -ocho triunfos-, Rino Gasparrini -segundo en Getxo-, Liam Bertazzo, Luca Pacioni o el mismo Caleb Ewan sucumbieron ante el poder de un Mareczko que por el verano, recién cumplidos los 20 años, firmaba contrato profesional bianual con Yellow Fluo.

Y aquí, en el profesionalismo, ha sido capaz de mostrar su talento a las primeras de cambio. En la exótica y a la vez complicada Vuelta al Táchira dominó las dos únicas llegadas que fue capaz de disputar por delante de la legión de corredores locales y de un compatriota más experimentado como Marco Benfatto. En el Tour de San Luis, noveno en la primera etapa, buscará proseguir con una racha de resultados que debe ir de la mano de la evolución de la joven promesa de la velocidad italiana al que ya compararon con Andrea Guardini. 

Pero no es, precisamente, con el que más similitudes comparte. Su altura le permite adoptar una figura muy aerodinámica a la hora de esprintar; con la barbilla cercana al manillar mantiene una posición muy parecida a la de Mark Cavendish, una unión bicicleta y cuerpo al alcance de muy pocos a lo que Mareczko une un potente tren inferior desarrollado en la pista.

Además, por suerte, debuta en una formación donde compartirá equipo con ciclistas experimentados y de la talla de Alessandro Petacchi, Francesco Gavazzi o Manuel Belletti. Tres nombres que bien seguro le llenarán más de una libreta de buenos apuntes, consejos y vivencias siempre necesarias para ser un nombre del sprint. A ello aspira un Mareczko que está llamado a ser uno de los grandes nombres a seguir de la presente campaña. 

Miguel Hermosilla, @MigHermosilla

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