El desequilibrio del Cannondale

Peter Sagan cuenta con un gregario menos en Suiza después de que Daniele Ratto tuviera que abandonar ayer tras hacerse añicos la clavícula derecha. El ciclista italiano estuvo involucrado en una caída en la salida neutralizada de la cuarta etapa y tuvo que decir adiós a la carrera.

Solo Sagan brilla en el Cannondale este año. El eslovaco suma seis victorias de las diez del equipo italiano y es el santo y seña del conjunto italiano un año más. Basso naufragó en el Giro de Italia, Moser es una sombra, Caruso no aparece, tampoco Ratto hasta ahora, ni Gatto y Marcato se han dejado sentir, más dedicados a proteger a su líder en las clásicas de la primavera. Viviani batió dos veces a Cavendish en Turquía pero fracasó después en el Giro de Italia.

Así que Sagan y poco más; la combatividad de De Marchi, algún detalle de Bodnar –el polaco ganó la contrarreloj de La Panne-, y entre los jóvenes, solo Formolo ha dado un paso adelante y Villela ganó la Montaña en la Vuelta al País Vasco, mientras que Mohoric, campeón del mundo sub23, se adapta al ritmo profesional.

En el caso particular de Ratto, el italiano venció el año pasado en la Gallina en la Vuelta a España y rozó el triunfo en Catalunya y Burgos; este año solo suma un tercer puesto en la ronda catalana. Ayer, fue trasladado inmediatamente un hospital y el diagnóstico fue claro: multirrotura de la clavícula derecha y será sometido a una operación hoy en Brescia.

Sagan salva a la escuadra de Roberto Amadio, con seis victorias, una etapa en Omán, otra en Tirreno-Adriático, la clásica E3 Harelbeke, una etapa en La Panne, una etapa en el Tour de California y la del lunes en Suiza, más cinco segundos puestos y cinco terceros, y, aunque no fue capaz de alcanzar el podio ni en Flandes (16º) ni en Roubaix (6º), siempre es una garantía. La única del Cannondale que el próximo año se quedará huérfano sin su líder porque todo apunta a que abandonara su casa de las cinco últimas temporadas por la de Oleg Tinkov.