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martes, 19 de diciembre de 2017 |
Óscar Sevilla, un ´veterano de Vietnam´ en la Vuelta a San Juan 2018
Mejor joven del Tour de Francia 2001, segundo clasificado final de la Vuelta a España de ese mismo año –estuvo 12 días de líder antes de perder el liderato el último día ante Ángel Casero en la contrarreloj de Madrid-, tres veces ganador de la Vuelta a Colombia, del Clásico RCN y de la Vuelta a Antioquía, cuatro de la Vuelta al Valle del Cauca, dos de la Vuelta a Chiriquí y del Tour de Río... Ganador, también, de la Vuelta a Madrid, de la Vuelta a Asturias, de la Ruta del Sur, de la Vuelta a México, de la Vuelta a Chihuahua y, entre otras, de la Reading Classic.
El español, aunque colombiano de adopción, lleva más de dos décadas –desde 1998, su primer año como profesional- en la élite del ciclismo, como así lo demuestra su palmarés y también el segundo puesto final que obtuvo el año pasado en la Vuelta a San Juan, en la que solo Bauke Mollema fue capaz de superarle. "Disfruté mucho enfrentándome a corredores y equipos del World Tour", reconoce ahora. "Acabar segundo no fue ninguna sorpresa para mí porque habitualmente me entreno con Esteban Chaves y Egan Bernal, pero sí una gran felicidad porque lo cierto es que me había preparado como si fuera a disputar el mismísimo Tour de Francia".
En apenas un mes, entre los días 21 a 28 de enero, Sevilla volverá a participar en la Vuelta a San Juan al frente del equipo Medellín-Inder. "Aunque me encuentro bien, voy cumpliendo años y no sé cómo reaccionará el cuerpo, porque algún día me llegará el bajón, pero lo voy a dar todo. Además, ahora conozco la carrera, el calor me va muy bien y me siento como un niño que va a poder correr otra vez con los grandes".
El profesor
Sevilla habla con ilusión, que es el motor de su carrera. "No tengo necesidad de esto", aclara. "Sigo en el ciclismo por pasión, porque me siento feliz dando pedales y, cuando toca, yendo al gimnasio. Sigo siendo el primero en salir a entrenar, todavía siento nervios en el estómago cuando voy a competir, lo que es una buena señal, y en mi casa me apoyan y me tratan como un rey porque cuando llego de entrenar tengo la fruta preparada".
Todo juega a su favor, a favor de que siga siendo ciclista. "Además, el ambiente de ciclismo que hay en Colombia es muy bueno y por el momento el cuerpo me acompaña y la mente todavía más, por lo que no me pongo ninguna fecha de caducidad (Rebellin tiene cinco año más y aún sigue en activo). Me gusta el ciclismo, porque es mi vida, y disfruto transmitiendo mis conocimientos y mis valores a los más jóvenes", explica el español.
Pronto se va a cumplir una década de su llegada al pelotón colombiano. "Me enorgullece cuando Henao o Chaves, por ejemplo, me dan las gracias", comenta. "Pero, aunque yo intenté enseñarles la manera de alimentarse, de correr, de entrenar y de descansar que había en Europa, el mérito es de ellos. Yo no he inventado nada, simplemente aporté lo que sabía. Al principio, cuando entrenaba con una 'cabra' y competía con ella en las cronos de Colombia, algunos me decían: 'Te vas a enterrar'.
Pero vieron mis resultados y, poco a poco, todos me fueron copiando. Yo disfruto enseñando lo que sé y cuando los primeros colombianos de esta nueva generación empezaron a ir a Europa les decía: 'Ahora que ves cumplido tu sueño, no te rajes: no te acomplejes y aprovecha la oportunidad", que es lo que están haciendo muchos de ellos.
Sevilla conoce como nadie el ciclismo colombiano. "La selección de fútbol tira mucho y paraliza el país, pero el ciclismo es el deporte rey", explica. "En muchas ciudades, y entre ellas Bogotá, los festivos cierran las calles principales y las convierten, entre las 8 de la mañana y 2 de la tarde, en ciclovías. La bicicleta está de moda en el mundo y muchos que antes jugaban al tenis o al golf, ahora se han pasado al ciclismo. En Colombia, por ejemplo, muchos fines de semana se hace la Subida a Letras, cuya cima está a 3.670 m. Te puedes encontrar allí a grandes empresarios, cantantes, actores y famosos en general. El ciclismo profesional tiene mucha fuerza, pero el recreativo mucha más".
Cantidad y calidad
Óscar se deshace en elogios cuando habla de los ciclistas colombianos: "Nairo Quintana tiene muchísimo tirón, pero Rigoberto Urán, que es más extrovertido y aparece más en los medios, tiene tanto o más carisma. Pero Lucho (Herrera) sigue siendo Lucho; es como Indurain en España". La lista de figuras es larga: "Chaves es muy bueno y tiene mucha fuerza de voluntad", dice sobre su compañero de entrenamientos y fatigas. "Supermán López tiene muchísima clase... Pero ojo con Egan Bernal, que es una máquina y va a ser muy bueno. Tiene un físico privilegiado, pero sobre todo una cabeza muy bien amueblada. Es muy disciplinado y, pese a que sólo tiene 21 años –los cumplirá el 13 de enero-, es muy tranquilo, paciente y maduro", dice del nuevo ciclista del Sky antes de dar otro nombre que, en su opinión, dará mucho que hablar en el futuro: Harold Tejada.
Pero, ¿qué tiene Colombia para que cuente en la actualidad con tantos y tan buenos ciclistas? "Tiene una topografía que ayuda mucho al ciclista: tiene altitud, montañas interminables, buen tiempo... Y muchas escuelas de ciclismo y niños dispuestos a imitar a Nairo y Rigo. Saben que el ciclismo les puede arreglar la vida y ya se sabe que de la cantidad sale la calidad. Es como en España hace 30 años".
Segundo en la última edición de la Vuelta a San Juan, a solo 14" de Mollema, Óscar Sevilla apunta ahora a la victoria. "Me gustó mucho el recorrido, porque no es tan duro como algunas carreras de Colombia. Tiene un final en alto, una contrarreloj y llegadas al sprint. Hay oportunidades para todos. La organización, además, fue perfecta. La Vuelta a Colombia y el Clásico RCN están también muy bien organizadas, pero la Vuelta a San Juan, por participación y organización, está por encima de todas en Latinoamérica".
Fuente: Prensa Vuelta a San Juan