El mito Eddy Merckx: Excluido del Giro, arrasa en el Tour (1969)

La irrupción de Eddy Merkcx en el mundo ciclista profesional fue fulgurante, en sus primeros años como tal (desde mediados de 1965 a 1968) ya se había hecho con un campeonato del mundo, un Giro de Italia, había vencido por dos veces en la Milán-San Remo y en una París-Roubaix, amén de un sinfín de pruebas de menor importancia.

En estos tres años y medio ya había ganado 87 carreras, lo que para un chaval que no tenía más de 23 años no estaba nada mal. Así se presentó en el año 1969, durante el cual en un corto espacio de tiempo había ganado de forma consecutiva la París-Niza, la Milán-San Remo, el Tour de Flandes y la Lieja-Bastogne-Lieja.

El equipo para el que rodaba, el Faema, ya le había comunicado que estaba entre sus planes debutar en el Tour de Francia, pero antes debía participar en el Giro, cosa lógica ya que Faema era una casa italiana. En la carrera rosa fue done Merckx vivió uno de los momentos más amargos y tristes de su vida deportiva cuando fue excluido de la carrera a causa de un positivo cuando iba de líder y ya se preparaba para ganar el Giro por segunda vez. 

Los hechos nunca quedaron muy lejos, a pesar de los cual Merckx fue puesto inmediatamente fuera de carrera con una sanción de un mes que le impedía estar en la salida del Tour. Eddy clamaba por su inocencia pensando que había sido víctima de una injusticia y hasta el Gobierno de Bélgica intervino a favor de su súbdito. La UCI le levantó la sanción y pudo estar en la salida de Roubaix el 28 de junio de 1969.

Merckx, ansioso de dejar su nombre en el lugar que le correspondía, dominó este Tour desde el principio hasta el final, venciendo en seis etapas, ganando la montaña y la regularidad, además de la general aventajando a su segundo clasificado, Roger Pingeon, en 17’54”, mayor diferencia entre el primer y el segundo clasificado desde el Tour de 1952 ganado por Fausto Coppi y no superado desde entonces hasta nuestros días.

Hacía treinta años que un belga no ganaba en París y este hecho fue festejado como nunca en Bélgica, suceso este al que los belgas le dieron más valor que la llegada del hombre a la Luna, circunstancia que se produjo durantes estas fechas.

La Grande Place de Bruselas era demasiado pequeña para poder recibir a todos los admiradores que querían rendir homenaje al nuevo rey del ciclismo, siendo posteriormente recibido por el rey de Bélgica.

Javier Bodegas