Kreuziger pasa por el detector de mentiras: “No soy un tramposo, nunca me he dopado”

Con Roman Kreuziger van su vida y su carrera profesional de la mano a la hora de demostrar que las anomalías que la UCI apuntó en su pasaporte biológico no se corresponden con el uso de prácticas prohibidas o con el consumo de sustancias dopantes.

La última vuelta de tuerca del checo ha sido realizarse una prueba ante un polígrafo, de lo que ha dejado constancia el corredor en sus redes sociales con su relato y la fotografía de rigor incluidas.

"He hecho una prueba en el detector de mentiras. Respondí a tres preguntas claves y en todas el aparato confirmó que decía la verdad. Repito: No soy un tramposo o un mentiroso y nunca me he dopado.

- ¿Te has dopado alguna vez? NO
- ¿Alguna vez te has hecho una transfusión de sangre para mejorar el rendimiento? NO
- ¿Alguna vez has utilizado EPO? NO

La prueba la realizó Terry Mullins en Praga. Es un experto independiente , miembro de la Asociación Británica del Polígrafo y de la Asociación Americana de Poligrafía. Trabaja para los tribunales británicos, organizaciones militares y gobiernos de todo el mundo.

"Algunos pueden decir que ya está todo dicho, pero parar mí la prueba era importante. No tengo nada que ocultar y estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para limpiar mi nombre", dice el checo.

Kreuziger ha ido publicando en internet todos los pasos que lleva su caso: Sus registros del pasaporte biológico, la opinión al respecto de varios expertos y mensajes de varias personalidades checas. "Ahora me estoy concentrando en la próxima audiencia en el Tribunal de Arbitraje Deportivo. No estoy trabajando con supuestos o probabilidades, sino con hechos. Los argumentos están de mi lado", apunta en su nota antes de despedirse.

El Consejo  de Expertos de la UCI consideró que las opiniones que Kreuziger presentó el pasado verano no eran consistentes y siguió dando validez al expediente sancionador. En agosto apareció su nombre en la preselección para el Tour de Polonia y la UCI ya le suspendió. Una suspensión que entonces mantuvo el TAS. Sin embargo, un mes después el Comité Olímpico Checo le permite volver a competir tras el informe de una comisión que da por hecho que no hay indicios de violación de las reglas. Kreuziger se viste el dorsal en la Milán-Turín... y hasta hoy porque en octubre tanto la UCI como la AMA vuelven a recurrir el caso ante el TAS.

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