Madariaga, incombustible a los 70: “En cuatro años nacerá un nuevo embrión”

Miguel Madariaga (1944, Lemoiz) sigue de pie y al frente de la Fundación Ciclista Euskadi que fundó en 1993. A partir de 2015 fuera del pelotón profesional con un equipo de formación. “Un nuevo comienzo”, como él mismo lo define, “un proyecto para cuatro años” destinado a parir “un embrión” con el que confía regresar y volver a ilusionar al ciclismo vasco.

El sábado, Madariaga escenificó en Derio la apertura oficial del Fundación Euskadi-EDP, un conjunto amateur con 19 valores a los que arengó con mensajes de compañerismo y equipo, su camino para impulsar una estructura profesional en el futuro. Y abrió la puerta a BiciCiclismo. En 2012, dejó el Euskaltel-Euskadi en el WorldTour y solo duró un año, mientras que él ha sobrevivido en la categoría continental. Ahora da un paso más atrás, pero ahí sigue, ilusionado y con la misma o más energía si cabe a sus 70 años. No se jubila, como incluso él anunció hace algunos años, por si le queda la duda a alguien.

¿Cómo definiría al nuevo Fundación Euskadi-EDP?
Se trata de un equipo élite de formación, amateur, pero la estructura que tenemos es profesional. Ahí está la categoría de Gorka Gerrikagoitia, primero como corredor y después como director. Gorka es el motor y mi mano derecha y quiero que él sea el patrón cuando este nuevo proyecto coja vuelo. Y llega Jorge Azanza, nueve años de profesional, que creo que es una persona que tiene carácter y cercano. 

¿Se trata, por tanto, de un inicio desde cero?
Sí, es un nuevo comienzo. Distinto. Con mucha más experiencia con la empecé antes y no quisiera que fuera tan traumático. Ahora quiero ir paso a paso. Que la ilusión de la gente se centre en la Fundación y que ellos mismos sean los que impulsen este proyecto. Quiero ilusionar desde abajo.

Esto parece un paso atrás para volver al pelotón profesional.
Sí, sí, eso está clarísimo, si no trabajamos con esa ilusión y si no transmitimos esa ilusión, que es la verdadera, estamos en balde. No sé decirte cuándo será, pero ahora lo que tengo es un proyecto iniciado para cuatro años, de formación. Y en esos cuatro años nacerá el otro embrión. Y mi principal tarea va a ser ese: empezar a trabajar lo antes que pueda en el nuevo embrión.

¿Qué le parece la aparición de Murias Taldea?
Una gran noticia para el ciclismo vasco, aunque ahora mismo poco más se puede decir porque ha salido hace tres días. Solo les pido que no sea agua para hoy y hambre para mañana. A Odriozola yo le abrí los pasos a con el Orbea y después pasó al Euskaltel y, por las circunstancias que fueran, se marchó. Y ahora vuelve con un proyecto suyo. Es importante, aunque hace falta algo más, porque aparte de ilusionar los corredores tienen que ver un espejo.

En su charla de bienvenida a los ciclistas, subrayó que se trata de un equipo distinto, ¿por qué?
No es un equipo como los demás. En ningún momento se les va a exigir que ganen carreras. Sí tienen que tener una progresión y por eso vamos a trabajar. Ese es mi camino. Y no nos vamos a preocupar solo de que los corredores vayan a las carreras, se cambien, compitan y vuelvan a casa. 

También hizo hincapié en el compañerismo.
Lo he subrayado porque la Fundación en 22 años con compañerismo y como equipo llegó donde han llegado otros con mucho dinero y muchas individualidades. Yo creo que en Euskadi para que este proyecto ilusione de nuevo a la afición y al ciclismo hace falta que haya equipo y que trabajen todos como tal.

Primera foto del Euskadi-EDP, “un nuevo proyecto que aspira a crecer”