Urtasun y el proyecto fantasma de PinoRoad: “Nos han matado poco a poco”

Mikel Bizkarra, Salvador Guardiola, Juanjo Oroz y Pablo Urtasun son los cuatro ciclistas españoles que han sido estafados por la sociedad PinoRoad y su titular Juan Pablo Pino. Un equipo continental chileno inscrito en la UCI pero que realmente nunca ha existido porque no había patrocinadores. Una gran mentira que se ha dilatado hasta el límite, hasta que la realidad ha dejado al descubierto un proyecto fantasma.

No había bicis, no había ropa –incluso se presentó la equipación- o, mejor dicho, sí se habían fabricado pero no se había pagado un solo euro. Y en el almacén se quedarán, salvo milagro. Nada llegaba. La parte española, siete personas, viajaron a finales de enero a Chile. Allí, Pino continuó con sus excusas. Hasta que el jueves le esperaban en Madrid y no llegó, aunque incluso envió una fotografía en el avión.

Un ciclista serio y veterano como Urtasun (1980) nos da su versión de una historia rocambolesca pero con un final muy triste, o al menos lo intenta. El navarro ex del Euskaltel-Euskadi da su visión de lo que ha podido ocurrir. “Nos han ido matando poco a poco. La verdad es que no sé cómo explicarlo para que me creas y me entiendas. La única explicación que le veo a esto es que él (Pino) realmente tenía intención de sacar equipo y que quería fichar corredores europeos para vender el proyecto en Chile y sacar un patrocinador. Pero cuando ha llegado la hora de la verdad ha salido corriendo porque ha resultado que los contratos de patrocinio eran falsos. Uno de las empresas no sabía nada del equipo. Yo le he dado muchas vueltas y es la única manera creíble de ver algo de sentido. Y no sé si es la verdad”, confiesa a BiciCiclismo.

La película se ha precipitado en las últimas dos semanas, con un final dramático, después de que llegaran de Chile y de las últimas mentiras de Pino. “Nosotros aterrizamos en Madrid de regreso el día 5 de febrero. Desde entonces le dimos un plazo de diez días para venir él y hacer frente a los pagos. El viernes aparecimos inscritos en la UCI y yo tenía mi licencia en casa. La semana pasada, el lunes, nos dijo que estaba haciendo las instancias para traer el dinero en mano; el martes nos envíó una fotocopia del billete Chile-Madrid comprado, incluso el miércoles mandó una foto en el avión. Ya pensábamos en debutar el 1 de marzo en Murcia. Así que le esperábamos el jueves y no apareció para nuestra sorpresa. Desde entonces hemos intentado asimilarlo y encontrarle una explicación”, destaca.

“Él se suponía que llegaba a Madrid el jueves pasado para los pagos de las bicis, la ropa y las nóminas. No apareció. Tiene el teléfono apagado, al día siguiente borró sus perfiles de Twitter y Facebook… Nadie sabe nada. Y tú te haces mil preguntas. Liar todo esto para no llevarte nada es algo que se me escapa. Otra cosa hubiera sido que si habría llevado dos millones de euros, por ejemplo, tampoco hay que irse muy lejos en este país. Yo creo que le ha fallado el tema del dinero”, añade.

El viaje a Chile parecía arrojar algo de luz; sin embargo, volvieron como se fueron, sin bicis, sin ropa y más pretextos y evasivas. “Las cosas en Chile no fueron bien desde el primer momento. Nos prometió que las bicis y la ropa llegarían antes, que estaba todo arreglado, aunque llegamos allí y no había nada. Las cosas no pintaban bien. Él decía que el problema era la inscripción de la UCI, que una vez que el equipo apareciera inscrito podría disponer del dinero. Los viajes se pagaron desde Chile. Quién lo ha pagado, no lo sé. Pero calcula siete billetes de ida y vuelta más la manutención durante diez días para siete tíos, 15.000 o 20.000 euros no te los quita nadie. Por eso parecía que arrancaba esto pero...”, asevera.

Urtasun recuerda que firmaron un contrato que ahora queda en papel mojado. “Parece ser que los contratos de patrocinio eran falsos, que la firma del notario está falsificada. Ahora podemos demandar a este elemento como persona física, aunque seguramente será complicado meterle mano. Igualmente, los proveedores demandarán a la sociedad y tendrá que hacer frente a unos pagos y unas multas, incluso podría haber incurrido en algún delito grave. Si no paga, al menos que nadie le dé su apoyo nunca más, ni para unas escuelas de ciclismo, y que desaparezca este personaje que tanto ha dañado la imagen del ciclismo sobre todo en Chile”, zanja.

El de Urdiain se quedó fuera del Caja Rura-RGA, cuando parecía que estaba dentro, y salió adelante con la firma por el PinoRoad. Ahora está de nuevo sin un dorsal que ponerse después de nueve temporadas en activo, desde 2009 en el Euskaltel-Euskadi. “Hay que ser realistas: es complicado sacar equipo de un día para otro a estas alturas, salvarlo en diez días es prácticamente imposible. La situación es crítica y probablemente se cierre. La esperanza es intentarlo. Se han hecho un llamamiento a las empresas de Chile para que se hagan cargo de un equipo que ya está montado, de un grupo que merece la pena, que no tiene un coste caro, y que puede tener una repercusión importante. Hay que esperar por si suena la flauta, pero lo más probable es que nos quedemos en la calle. Es así de triste. Si ya era difícil en noviembre encontrar un sitio en febrero es prácticamente imposible”, atestigua.

“El proyecto era ilusionante, de tres años y con un aumento gradual del patrocinio. Sin embargo, el 1 de enero no había bicis, las licencias se retrasaron y era una mentira tras otra y las cosas han acabado muy mal”, concluye.

Vídeo adjunto de EITB (1:16): La pesadilla americana de Juanjo Oroz, Pablo Urtasun y Mikel Bizkarra

Vídeo: