Luca Paolini confiesa su adicción: “Era un esclavo”

Luca Paolini se confiesa en La Gazzetta dello Sport. El exprofesional italiano asume su adicción a los somníferos y reconoce que esa dependencia le llevó a la cocaína dos semanas antes del inicio del Tour de Francia 2015. Entonces, empezó su reconstrucción como persona, se desintoxicó, y ahora quiere hacer pública su historia para que otros no cometan los mismos errores que él.

El pasado 10 de julio, durante el Tour de Francia, la UCI anunció que suspendía provisionalmente a Paolini (38 años, Team Katusha) por "un resultado analítico adverso por cocaína (metabolito benzoilecgonina)", en una muestra recogida en un control antidopaje el 7 de julio, en la cuarta etapa de la ronda francesa. Ahora su caso está en manos del Tribunal Antidopaje de la UCI.

Cinco meses y medio después, Paolini relata una entrevista en La Gazzetta dello Sport su caída a los más profundo y su recuperación. “Gracias al episodio de la cocaína, he vuelto a ser una persona. He vuelto a vivir. Si esto es el precio a pagar para sentirse bien como persona, estoy más que dispuestos a aceptarlo”, destaca.

El italiano relata cómo empezó su particular descenso a los infiernos “desde que tomé pastillas para dormir”. “El principal activo es la benzodiacepina. Pero crea una maldita dependencia. Lo necesitaba a la noche, para descansar, para hacer frente al esfuerzo físico y mental del día después. Empecé en 2004 cuando murió mi cuñado. El problema real es la vida de cada día, los problemas grandes y pequeños, y a todo esto se suma al deporte, la tensión, el estrés. Mentalmente te afecta mucho. Es aquí cuando entra la ingesta de aquellas sustancias, es triste. Y de aquellos errores llegué a la cocaína. Asumo toda la responsabilidad y no tengo excusas. Pero yo cuento esta historia para que la gente no repita los mismos errores. Y mucho ha tenido que ver mi carácter”, afirma.

"Yo era adicto"

La presión y exigencia deportiva le doblegaron. “Siempre he sido orgulloso. Nunca he buscado ayuda de los demás. Los años pasan, las expectativas, el no dejar de tirar siempre y ayudar a mis líderes, desde Kristoff a Rodríguez, y después correr siempre, veinte días después de la Lombardía ya en el sillín, las carreras en enero, las clásicas, el Giro, el Tour: todo esto finalmente me desestabilizó. Las tensiones deportivas, el calendario, los errores, las responsabilidades. Por esto pensé en un medicamento que te pueda hacer dormir bien para empezar el día siguiente. Por la mañana me despertaba y estaba fenomenal, la adrenalina combatía la benzodiacepina. Pero el problema venía cuando la bici terminaba. El deporte vive la situación de la sociedad actual. Está la crisis, menos equipos, menos corredores, menos puestos de trabajo. No sé si voy a tener más la oportunidad de ponerme un dorsal en la espalda, pero esta es la lección más grande que he recibido: que no tengo que ocultar todo dentro cuando hay problemas. Debo buscar ayuda”, explica.

Paolini reconoce que ha utilizado las pastillas a dormir “siempre en los últimos dos o tres años, en casa y en las carreras”. “Yo era adicto, lo compraba con receta normal: no está prohibido. Nunca era suficiente. Alteran el estado de ánimo, los ritmos de sueño y despertar, y cuando dejas de tomarlas entras en depresión. Te crea dependencia. Sí, traté de quitármelas, pero fue una pelea difícil. Tuve ataques de pánico, ansiedad, malestar. No es una buena vida. Los médicos se preguntaban cómo podía funcionar. Lo peor llegaba a la noche, cuando las benzodiacepinas cobran fuerza. Pierdes la lucidez. Y se llega a la cocaína. Para mí era inevitable, lo hice casi sin ser consciente de ello. Yo estaba sola esa noche, yo estaba solo durante las dos semanas de concentración en la montaña a mediados de junio antes del Tour, cuando tomé cocaína. Y no puedo perdonármelo. Soy marido y padre, un deportista importante, tantos chicos me tenían como un ejemplo, he fallado a una generación que creía en mí. Esto es lo que me duele”, lamenta.

Los médicos del Team Katusha, apunta, le desaconsejaban tomar las pastillas, “pero la adicción era más fuerte que cualquier otra cosa, por lo que incluso las tomaba en secreto. Te sumerges en una realidad diferente y solo después te das cuentas de los efectos, y es tarde”.

"Mi victoria más importante"

La cocaína fue su último paso. “Rápidamente me di cuenta de que esta situación no era casualidad. Maté al aspecto deportivo, pero volví a nacer en el lado humano. No, yo no sé si yo lo haría de nuevo. La cocaína me hizo abrir los ojos y darme cuenta de cómo era la dependencia del somnífero. Mi esposa, los niños, los amigos, yo no podía hacerlo solo, y he pedido ayuda. Empecé la desintoxicación”. Fueron dos semanas en una clínica de Verona. “Yo era un esclavo de aquel somnífero, estaba muy triste. Empecé a desintoxicarme con un fármaco antagonista, que engañó a la adicción. Era un paso que tenía que hacer. Me tomé un espacio de tiempo para escucharme mí, y este episodio ha sido un bello paréntesis mi vida, mi victoria más importante. Cuando salí no me lo creía. Era un esclavo y he sido capaz de llegar a un acuerdo conmigo mismo”.

Ahora está centrado en su familia –tiene dos hijas de 15 y tres años-. “Estoy más relajado, equilibrado y tranquilo. Antes, tenía incluso miedo de presentarme a la gente, rehuía los demás, y pensaba que todo el mundo me apreciaba por el modo casi de bufón que era”, apunta. No ha dejado de salir en bicicleta y en octubre sufrió un atropello, se rompió el omóplato y tres costillas. “Camino en la montaña y escribo. Escribo todo, mis sentimientos, y es agradable ahora que soy una nueva persona. He empezado a pensar no sólo en el ciclismo”, asevera.

Por último, quiere dejar un mensaje a los jóvenes. “Está bien ser campeones, pero tenemos que entender las señales procedentes del cuerpo y la mente. Crees que eres un superhombre y en su lugar te miras en el espejo y ves un hombre; si te equivocas, pagas la factura. Buscar ayuda. Cerrarse, no compartir tus problemas te lleva a mi situación. Y esta entrevista que tuve también. Necesitaba hablar y explicar”, finaliza en La Gazzetta.

Este 2015, el italiano ganó la Gante-Wevelgem y había renovado su contrato con un Katusha que le suspendió de inmediato. Profesional desde 2000, en su palmarés destacan una victoria de etapa tanto en la Vuelta a España como en el Giro y clásicas como el Omloop Het Nieuwsbald y la mencionada Gante-Wevelgem, así como una medalla de bronce en el Mundial 2004. Sus equipos han sido: Mapei / Quickstep (2000-2005), Liquigas (2006-2007), Acqua&Sapone (2008-2010) y desde 2010 corría en Katusha. 

Redacción BiciCiclismo